jueves, 26 de enero de 2012

Lo que me gusta en la tele

Hace ya algún tiempo, le comentaba a un amigo que, en materia de gustos televisivos, veía preferibles los programas considerados "telebasura" al sagrado "Telediario". Ayer mismo, después de comer, con una taza de café en la mano derecha y el mando en la izquierda, renové solemnemente esa declaración de principios, que pone a "El Juego de tu vida", o "El Diario de Patricia" (en mi corazón, el Diario siempre será "de Patricia") por encima de ese instrumento de adoctrinamiento, que además de adoctrinar, últimamente parece que lo hace de forma chabacana y sin estilo alguno.
No voy a mencionar la cadena de televisión a la que me refiero, porque me parece de mal gusto, pero diré que no es Intereconomía -cadena que, quizá por mis gustos en materia de Televisión, anteriormente expresados, me encanta-. Les diré que estaba viendo los Simpson, cuando un hombre apareció en la pantalla de mi televisión y empezó a justificar las reformas en materia de justicia que el nuevo ministro, Gallardón, planea aplicar "para sacarnos de la crisis". Esto merece un buen análisis, con las declaraciones de Rajoy sobre "que no hay Varitas Mágicas" y todo eso (aquí trataría de meter algún tipo de broma con Harry Potter, pero en literatura la verdad es que prefiero a los clásicos que los "Best Sellers", o sea, que puedo decir que mi gusto literario es una suerte de antítesis del que opera con la pequeña pantalla). Algún día saldrán en con el polígrafo enchufado, Alberto y Mariano, y se verá si de verdad se creen lo que dicen.
Por donde iba... un señor en mi televisión empezó a decirme que las reformas en materia de justicia, propuestas por Gallardón eran la pera, la solución a todos los problemas, pese a que otros parlamentarios estaban en contra. Hicieron una entrevista a don Alberto, para que nos vendiera la moto y todo. Esto parecía Hombres, Mujeres y Viceversa, pero con un Ferchu algo desmejorado.
Hasta aquí normal. Incluso podría decir que disfrutaba como cuando vi a Jimenez Losantos en una tertulia de esas que hacen en su cadena los del logotipo ese de la vaca en la esquina. Pero ocurrió algo inesperado. De repente tuve una sensación como "milnovecientosochentaycuatroesca" (ya dije que me gustan los clásicos, pero no sólo los de Grecia y Roma), más que cuando instalaron altavoces por el centro de Salamanca el día del Corpus, que si en lugar de Jesús, hubieran dicho "Gran Hermano", habría salido a pelear por Oceanía con mis santos lo que sea.
Que pierdo el hilo: Sensación "de 1984", cuando el presentador del telediario dice las cosas que ha puesto la gente por internet de esas reformas propuestas por nuestro querido Alberto Ruiz-Gallardón. Empieza a decir que fulanito por Feisbuq ha dicho que le molan por nosequé (repitiendo las palabras de nuestro querido ministro de Justicia), menganita, por Tuiter, ha dicho que le encantan por nosecuál (adivinen a quién le copian el argumento), y zutanito, por otra movida tecnológica de esas que tienen para que la gente exprese sus opiniones, que le chiflan, repitiendo otra vez lo que dijeron anteriormente, tanto Gallardón como el presentador.
El problema no es el adoctrinamiento, el problema es que parece que nos adoctrinan como a niños de preescolar. Sólo faltó que Matías (¡Uy! Se me escapó) nos mandara repetir desde casa por qué va a ser la leche que tengamos que pagar por recurrir una sentencia, o podamos pasarnos la vida en la cárcel por cierto tipo de delitos.
No me juzguen por querer ver a un señor responder ante preguntas sórdidas, o a dos "cibernovios" que llevan dos o tres vidas paralelas, con sus parejas, sus queridos y en la red de redes.

4 comentarios:

  1. la TV es una maquina de crear zombies, ya no me acuerdo ni de como se encendia

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  2. Tengo curiosidad por saber que van cambiar de la ley del enjuicamiento criminal....prohibiran escuchas comk Silvio???

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  3. Hola Raulillo¡¡. me ha encantado esta entrada, un humor un poco ironico que retrata sin duda la realidad de uno de los medios de comunicación de masas. Tengo que reconocer que últimamente sólo utilizo susodico aparatejo para caer en brazos de morfeo (es decir, dormir la siesta). Como dijo el Duende Dormilon: -en el calor del hogar, hacer la siesta es gozar-.
    Un abrazo wapo¡¡¡ y hasta pronto.

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  4. ¡Gracias por vuestros comentarios!
    Un abrazo muy fuerte, Chelo. :)

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