jueves, 6 de septiembre de 2012

Políticamente correcto

Nunca invitaría a Esperanza Aguirre a mi fiesta de cumpleaños, a no ser que por alguna extraña circunstancia necesitase privatizarla. Parece que Esperanza podría estar mustia, como Cristiano Ronaldo. Unos estudiantes y profesores, en un acto donde se supone que iba a aparecer, y a los cuales decepcionó anulando su asistencia en el último momento, le pusieron en una pancarta "Esperanza no te vayas, muérete". Esperanza, que es una superviviente nata, pues se escandaliza ante ese tipo de cosas. Una mujer llena de vitalidad, a la cual sueltan frases "necrófilas" (por respetar la forma esperanzil de decirlo, que para mí un lema necrófilo hubiera sido "fóllate un muerto").  
El caso, ya que estamos, y como todo se pega menos la hermosura, Esperanza Aguirre utiliza ese mismo lenguaje necrófilo con "los arquitectos" y sale también en los mass media. Vaya, el Karma. Mejor así, porque si no, uno acaba reencarnándose en pequeños animales peludos, y así es imposible privatizar el bosque.
No haré ningún análisis de las noticias. Esta es la salida fácil. Podría hablar del servilismo político de quienes condenaron las formas, o de la hipocresía de quienes hablan de libertad de expresión cuando no se meten con ellos... pero los hechos lo relatan mucho mejor que yo. 
Las disculpas consternadas de Esperanza Aguirre por televisión han sido mucho mejor que ver Next. ¿Dónde va a parar? ¿Aún tiene credibilidad Espe?
Desgraciadamente, incluso en política, la Esperanza es lo último que se pierde. Aunque ya nos queda poco que perder.

3 comentarios:

  1. si en vez de "arquitectos" hubiese dicho "videobloggers" yo le hubiese aplaudido xD

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  2. Muy cierto, y muy agudo, como siempre. Ya lo dicen en mi pueblo: bicho malo nunca muere. Y en lo que a la Espe se refiere, qué puedo decir, hay pérdidas que no son amargas, como la de la virginidad (según para quién, eso es otra historia), pero son menos habituales.

    ¡Me encanta este blog, en serio!

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  3. Oh. Gracias por comentar, Juan L. Vera, y me alegro de que te guste. Aída, no es quién se tiene que morir en lugar de los arquitectos, sino la ironía de que se escandalice por una pancarta y al día siguiente ella diga lo mismo, y se tenga que disculpar en público.
    Jo, me arrepiento de no haberme esperado un par de días para poder hablar del túper. Además, ahora parece que quiere privatizar telemadrid.

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