La acampada permanente

Hace ya unos días que le venía dando vueltas a la cabeza de cómo reseñar a un personaje tan amado por todos, tanto en el espectro político de la izquierda (ese fantasma que otrora recorrió Europa, llamado Comunismo), como en la derecha, que hoy en día lo desconoce en su teoría o símplemente lo ignora, como hace todo el mundo... ¿todo? ¡NO! Aún queda una aldea de irreductibles Trostkos...

Sí, quería reseñar a Trostky. Me debatía entre la Revolución Permanente o Escritos sobre España, dos libros a leer que no te dejarán indiferente. O bien te duermen en media página, o bien te quitan el sueño. Como casi cualquier libro que hable de política.

El caso es que yo venía pensando en Trostky, en su papel en Rusia, en Ucrania, en México, cuando me puse a leer las noticias que me presentaba interesadamente Gúguel. Con lo que al final, en un giro argumental inesperado, voy a hablar de una noticia de actualidad. Esta vez, publicada en el Diario de Navarra, ese con el que la gente que quiere recibir palos de los pastores en Sanfermines, cita a los toros en el encierro.

La noticia viene a decir, que la gente del 15-M, esa entelequia que -esto lo digo imitando la voz de Antonio Gala- "es como el amor", todos sabemos lo que es pero cada uno lo vive e interpreta de una manera, va a acampar otra vez en la puerta del Sol, ahora con una parada de metro vendida a una empresa de telefonía móvil para que, además de comprarnos sus estupendos celulares, nos creamos que lo hacen para que no tengamos que dejarnos un riñón en los tornos de entrada, un riñón en las porras de los agentes que custodian que los que no pueden pagar el precio abusivo del billete no entren. Va a acampar del 12 al 15 de Mayo, y va a hacer una "asamblea permanente". Cómo se nota que la gente es idealista y utópica. Imagínense una asamblea de su comunidad de vecinos ininterrumpida durante tres días.

Como el ministro de interior, un señor dado al diálogo y el buen rollo, también ha tenido vecinos y sabe cómo acaban las asambleas que duran más de tres horas, ya ha avisado que eso de acampar es ilegal y que no lo van a hacer. Obviamente, lo más probable es que los antidisturbios estén ahí de forma preventiva. 

Yo creo que si el acto fuera "romería y novena a la Virgen de Fátima", que por las fechas va que ni pintado, el ministro, que no quiere cabrear a la madre de Jesús, les daría su bendición, nunca mejor dicho, como ha pasado en otras ocasiones con el "Botellón Permanente" de la JMJ, por ejemplo. Ahí dejo la idea.