jueves, 24 de mayo de 2012

El motor de la Histeria

La lucha de clases, como motor de la historia parece un concepto desfasado. Casi arcaico, de dinosaurio. Tiranosaurus Marx.
Pero parece que hay gente que quiere volverlo a poner de moda, no me refiero a aquellos que siempre hemos pensado que como concepto filosófico pega siempre que se lleve con estilo, ya que, salvo honrosas excepciones  (mediadas generalmente por algún tipo de trastorno psiquiátrico) la gente quiere tener más cosas trabajando menos, solo que los que controlan los medios de producción lo tienen más fácil en ese conflicto de intereses, frente a los que sólo tienen sus manos, pieses y demás partes del cuerpo para trabajar.
Como digo, aunque es un concepto filosófico muy molón -pese a que un servidor no lo vea como un motor de la historia, sino como una pu**da histórica-, hacía años que hablar de lucha de clases daba la risa a la gente más intelectual, y al resto no le daba nada porque no sabía de qué hablabas. Ahora sin embargo, nuestro querido gobierno, amigo de la dialéctica, parece que quiere volver a poner de moda este lugar común de tantas tendencias marxistas, y algunas incluso más radicales que ese fantasma que otrora recorrió Europa.
¿Por qué digo que nuestro querido gobierno ama la dialéctica? Ya toqué el tema en otra entrada de este mismo blog. Si se facilita el despido para bajar el paro hasta que éste baje por debajo del 15% (es como decir "te voy a dar con esta barra de hierro en la cabeza hasta que se te vuelvan a soldar los huesos"), ya no es sólo que quieran llegar a un mundo mejor mediante contradicciones, al más puro estilo bolchevique, sino que parece que quieren volver a poner de moda el concepto de lucha de clases haciendo evidente, de forma cada vez más legal y menos controlada, que los trabajadores y los empresarios, aunque vayan en el mismo barco (sólo metafóricamente, ya que si de repente le diera una embolia a cada empresario de este planeta, apenas se resentiría "la creación de riqueza", sin embargo si le diera a cada trabajador... bueno, en fin... que sabemos quién sobra y quién es necesario), no reman por igual.
Además de esto, el gobierno, nuestro querido gobierno, se gasta la guita de los contribuyentes en hacer publicidad de estas medidas, y lo que más me fastidia, sin sensibilizar sobre la dialéctica, que haría entender a todos los ciudadanos, de una manera más didáctica, el por qué de tanta medida absurda -absurda si ponemos la medida al lado de los fines que el gobierno dice que dicha medida persigue-.

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