martes, 6 de marzo de 2012

Más de libros (Spoiler sobre los Reyes Magos)

Uno ya no se puede fiar de nada. Eso que nos decían en el cole de que leer es bueno es una mentira tan grande como lo que nos decían sobre los reyes magos, Dios, la pirámide alimenticia, o los juegos de rol. Mitos que van cayendo con el tiempo y la experiencia al ir transgrediendo las normas o tabúes que conlleva cada uno de ellos.
Me explico mejor, dejando lo de los libros para el final:
-Si alguien, en lugar de dormir, se quedaba despierto de manera astuta la noche de reyes, y digo de manera astuta, porque para cazar a un Rey Mago hace falta tener ciertas habilidades ninja (sigilo, capacidad de intercambiar verdad y mentira y esas cosas), podía comprobar cómo eso de los Reyes tenía cosas turbias detrás, implicando a mucha gente que se esforzaba por mantener una mentira sostenida en el tiempo, con compras fraudulentas incluídas. Como lo de Urdangarín, pero al revés.
-Con Dios pasa más o menos lo mismo, solo que la creencia irracional, contra todo tipo de pensamiento lógico, perdura más allá de los 6 años, en la gente que perdura. Claro, a Dios no le puedes pillar in fraganti vaciando el cepillo de la iglesia, bebiéndose el vino que le ponen y escribiendo libros de teología... ya lo hacen astutamente sus representantes. Pero sí que se pueden ver paralelismos entre el funcionamiento financiero de la ICAR (Iglesia Católica Apostólica Romana), el caso Noos y los reyes magos.
-La pirámide alimenticia. Aunque más anclada en la realidad que la biblia (en la cual también hay indicaciones sobre nutrición), el tomar esas guías de forma fanática despista. Un claro ejemplo de ello, es que en muchos nutricionistas recomiendan el consumo de pescado de forma regular, cuando el mercurio no sólo no forma parte del organismo, sino que además es nocivo. Algo parecido pasa con las carnes, a no ser que necesitemos un tratamiento hormonal, que entonces fetén. Si se puede sobrevivir sin comer carne ni pescado, aún mejor sin hacerlo en las cantidades que recomiendan los fanáticos de la literatura fantástica (y médico-fantástica).
-Los juegos de rol. Según algunas cadenas de televisión que nunca he nombrado en entradas anteriores -el escritor hace aquí un doble guiño mirando al público-, son mejores que las armas de destrucción masiva y peores que algunas drogas. Incitan al asesinato y a la violencia mediante extrañas tiradas de dados. Hay muchos tipos de juegos de rol, incluídos fetichismos sexuales (en los que en principio no hay que tirar dados ni se hacen entre grupos de adolescentes), pero que yo conozca, no hay incitaciones a la violencia más fuertes de las que se pueden hacer en los telediarios.

Si has aguantado este tostón de introducción, mereces que hable del porqué pienso que esa defensa escolar de la lectura no sólo no es buena, sino que es una patraña. No esperes gran cosa.

Debo aclarar en este punto que la lectura puede ser muy agradable, que puede ser muy buena para mantener la mente activa y ser un instrumento muy potente (quizá el más potente) de transmisión cultural. Tampoco puede uno meterse con la literatura de masas, menos refinada y gafapasta que la literatura refinada y gafapasta de los intelectuales (siempre ha habido Plautos y Terencios). Ni con la refinada y gafapasta literatura intelectual -aunque no lo crean, no soy capaz de pronunciar seguidas las frases anteriores-. Pero uno ya se va empezando a escandalizar cuando se pone a leer movidas como "Crepúsculo", incapaz he sido de pasar de la sinopsis, o la literatura basura que se está promoviendo en los ambientes "culturetas" españoles, sobre todo de la capital, en la cual priman las marcas vendibles a una juventud que parecería, viendo esos libros, que no tiene salvación sin quemarlos, a los libros no a la gente(nulla salus extra ecclesiam).

Ahh, quemas de libros. Parecería que se ha despertado un pequeño inquisidor pitufado que vive dentro de mi cabeza, pero no. No es lo que sale en los libros lo que escandaliza a uno, ni siquiera el cómo sale. Lo que le escandaliza a un servidor es el mamoneo que se traen entre editoriales (prestigiosas muchas de ellas, otras no tanto, y alguna financiada parcialmente con dinero público), los mercados, algunos autores... la política y el sexo endogámico se vuelven a cruzar de nuevo en un mundillo insalubre.

Parece que me he ido del tema, y es cierto. Leer no siempre es bueno. Hay que saber qué se lee, lo mismo que hay que saber qué se come, a qué Dios se reza, a qué cura se engorda y qué ponemos en la lista de la compra de los Reyes Magos. Y sobre todo, hay que saber empuñar el látigo +5 en los juegos de rol.

5 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Como con todo hay que tener un filtro y saber seleccionar entre todo lo que hay...

    Me acaba de venir a la cabeza el libro mas horrible y espantoso que he leido en mi vida: "Un mundo para Julius" de Bryce Echenique. Cosas forzosas de la secundaria.

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  3. No sé por qué, me ha venido a la cabeza el langostino del arcabuz.

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  4. ¿Te refieres al Decápodo de la Pipa? ¿Al centollo del revólver? ¿Al C******* P********? No hablaba expresamente de esos, sin embargo sí que parece, a simple vista, que encajen en la descripción.

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  5. Yo creo que no hay libros malos, sino excesivamente altas expectativas. No puedes coger la saga Crepúsculo, Harry Potter, etc … y leerlos con la intensidad de pensamiento que puedes leer otras lecturas “más mejores”.
    Si lo tomas como lo que son (el sorbete que tomas en las bodas para cambiar del pescado a la carne, que no es un plato en sí, pero te ayuda a cambiar el chip) creo que son buenos, aunque si esperas que te llenen el “estómago intelectual” vas dado.

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